Y después...Puse cara de no haber roto un plato. Y nada más lejos de la realidad...

Hooola! Bueno, hoy ha sido un día de lo más aburrido, me desperté, desayuné, hice unos pocos deberes, salí a comprar -y aquí viene la primera alegría- cuando volvía bajando la cuesta de mi casa, había un chico y otro -seguramente de la misma edad-con síndrome de Down riéndose. Como si fuera el último día de sus vidas. Me llenó de pájaritos el pecho y una sonrisita se me escapó -^^-. Luego fui al pueblo de mi madre, y como hoy es el día de los santos, fuimos a llevarle flores a mi abuelo y a mi tía Consuelo (:'(). Cuando mi madre me iba a decir cual era la tumba de mi tía abuela (que se murió con 25 años por el cáncer, ya ves, ni siquiera la conoció ella) y vi la tumba de una señora que se había muerto en el año 1952, con 52 años. Sinceramente, me puse muy triste porque no tenía ninguna flor. Ni una sola. Así que arranqué un par de dientes de león que crecían al lado del muro y se los puse. También había una cruz hecha de metal (las dos estaban escavadas en el suelo) que ni siquiera ponía el nombre. Volví al muro y puse otros dos o tres dientes de león. Mi madre me miró como si estuviera loca, pero no dijo nada. Que tenebroso... Volví a casa de mi abuela, donde se suponía que era donde debería estar mi prima María. Entre corriendo y chillando Maríííííííííía!!!!! Y va mi tía y me dice: No ha podido venir. Mañana tenía examen de historia en la Universidad. Me quede con una cara de shock, descomunal. Comí y vine a mi casa del pueblo (el otro) y fui a ver a Marta. La alegría volvió cuando me grito antes de que entrara en su casa (supongo que me vio por la ventana): ¡¡Saraaaa!! Mira lo que tengo. Entré corriendo -como Pedro por su casa- y me enseña un libro: Divergente. Yo grite pegué un salto hasta el sofá desde la puerta y esta fue más o menos mi reacción:

Esa reacción dio paso a otra reacción, que fue más o menos esta:

En las dos acabé gritando ¿Os habéis dado cuenta?

Luego volví a casa, me puse al ordenador un rato y luego a estudiar dos horas. Luego me puse a leer, fui a casa de mi abuela un rato tomé tarta de manzana, y luego vine a casa a cenar pizza. Fregando los platos y los vasos, un plato se cayó al suelo, y a parte de comprobar la fuerza de la gravedad ajam, ajam, fue interesante verlo, porque cayó, voto, volvió a caer y ahí se rompió. Molo. Y por si no lo habéis notado, de ahí viene el título de la entrada. ¿A vosotros os a ido bien el día? Espero que sí, porque desde luego a mí...Bueno, vamos a dejarlo. ¡Adiós!