Las lágrimas se deslizaban lentamente por su mejilla dejando un carril de agua tibia. Hacía frío y tenía la nariz medio congelada. Llevaba así horas. Ya casi no sentía su pecho. Moriría. Sí. Eso es lo que quería. Moriría congelada. No había nada más. Sus problemas ya no se solucionarían. Eran imposibles de solucionar. Y ella no quería estar más allí, si la única persona a la que había querido en su vida no estaba. Su mejor amigo. Su único amigo. Él era su amigo, pero más que eso. Él era como su familia. La única que le quedaba. Y se había ido. Sabía que él no estaría orgulloso de que no quisiera continuar su vida. Pero simplemente no se la podía imaginar.
Porque vivir sin él no era vivir.
Así que cerró los ojos y su último pensamiento se lo dedicó a él.
Bueno, es un texto bonito, pero no estoy de acuerdo con la protagonista, debería haber honrado la memoria de su amigo y no, simplemente, rendirse.
ResponderEliminarBesos, Amanda.
Gracias, pero yo creo, que aunque como has dicho, hace mal al rendirse, el texto representa lo dura que puede ser la vida de algunas personas, y si simplemente, no tienes nada, ni madre, ni padre, ni amigos, es muy díficil seguir adelante.
EliminarPues es muy triste, cuando desesperación la pobre chica. Por eso no me gusta cogerle cariño a nadie.
ResponderEliminarBesos
Es complicado cogerle cariño a alguien.
Eliminaray, creo que no hay nada más triste que este relato, pero lo entiendo, a veces es difícil continuar cuando el universo se ha convertido en un extraño para ti.
ResponderEliminarEs triste entenderlo :C
EliminarJo, es súper triste pero muuuuy bonito.
ResponderEliminarMe encanta.
Un besito Sara<3
Muchas gracias *-*
Eliminar